miércoles, 12 de junio de 2013

Vivo feliz en la tierra que aquel levantó.




Hay un país
que la guerra marcó sin piedad.
Ese país
de cenizas logró resurgir.
Años costó
su tributo a la guerra pagar,
hoy consiguió
que se admire y respete su paz.
No, no conocí
el azote de aquella invasión,
vivo feliz
en la tierra que aquel levantó.
Gracias le doy
al gran hombre que supo alejar,
esa invasión
que la senda venía a cambiar.
Otros vendrán
que el camino no habrán de labrar.
Él lo labró
a los otros les toca sembrar.
Otros vendrán
que el camino más limpio hallarán.
Deben seguir
por la senda que aquél nos marcó
No han de ocultar
hacia el hombre que trajo esta paz,
su admiración,
y por favor,
pido, siga esta paz.