viernes, 10 de mayo de 2013

Sex Shop, franquicia.


Que digo yo, Señor Alcalde, que por qué no acelera usted un poco lo de los permisos, que ya ve que ocurrencias no nos faltan y seguro que los del pueblo estarán encantáos.
Y es que, sabe usted, ya se nos ocurrieron otras cosillas, pero no tan productivas como ésta ni tan placenteras, que estamos seguros que si usted va un día pues que seguro que repite, anda noo...
En fin que pa qué contarle que hasta al párroco le ha parecio bien y eso que es alérgico al marisco.
Las mujeres son las que andan un poco emberrenchinás, pero es lo natural, ¿noverdá? porque pa ellas, claro, no es lo mismo, señor alcalde, tenga en cuenta que han sio muchos años de misionero y ogino...
Yo las he dicho, no pasa náaaa, na, que no pasa ná, que si es menesté hablamos con el alcalde y que sus monte un curso de los del inem y aprendéis nuevas técnicas y eso y mira de paso y como quien no quiere la cosa, os lleváis pa la paella del domingo, completito, completito...
Bueno, Sr Alcalde, yastá dicho tó, tenga en cuenta los puestos de trabajo tal como está la cosa. Usté se lo piensa y si consiente pues encargamos el marisco...
Ahhh, pero no le diga ná al Secretario, es un estrecho desde que tuvo aquellos bichitos, el caso es que nadie sabe dónde los pilló, pero de entonces acá como que no es el mismo, pobre hombre, querer y no poder...
Lo dicho y saludos a su Señora, que seguro, seguro, que también se apunta al curso...